Cómo sanar nuestro árbol familiar para recuperar el propio destino​

Cómo sanar nuestro árbol familiar para recuperar el propio destino

“Somos pobres pero honestos”. “Todos los hombres son iguales”. “Si llegó a ese lugar, a alguien habrá perjudicado”. “Al final, todos te abandonan”. “No se puede confiar en nadie”. Muchas personas han crecido escuchando de sus padres y abuelos frases como estas que se repiten de generación en generación y se instalan en nuestro inconsciente como mandatos que dirigen nuestro destino. Sin conciencia del impacto que tienen, se convierten en verdades que no se cuestionan, se perpetúan y así, nuestra vida se condiciona por estos programas heredados.

Esta necesidad de ser aceptado y de ser parte hace que muchas personas vivamos historias de fracasos, de escasez, de soledad, de enfermedades, y que tomemos por ciertas limitaciones que no son propias. Reprimimos nuestro potencial, anulamos quiénes somos en verdad y creamos un destino condicionado.

Una herramienta de sanación y de toma de conciencia muy potente es realizar un trabajo con nuestro árbol genealógico. En el árbol se encuentra toda la información sobre cuáles son los programas inconscientes que recibimos. Conectar con el transgeneracional andino, estudiar las repeticiones y comprender cuánto de ello ya no queremos que actúe en nuestra vida, es una desafiante tarea de autoconocimiento y liberación.

¿Qué es el Transgeneracional Andino? Por qué conectarnos con nuestro árbol puede ayudarnos a superar muchos problemas? ¿Cuánto nos influyen nuestros ancestros en la actualidad?

“A mí, me gusta definirlo como si fuese un gran árbol en dónde cada una de sus ramas corresponde a los integrantes de la familia. De forma consciente cada rama tiene parte de la información del árbol al cual pertenece, pero inconscientemente, en cada ramita, se hallan todas las historias. Cada uno de nosotros también es el árbol y por esta razón, cuando comenzamos a hacer un trabajo con nuestra familia, aparecen datos, secretos y experiencias que no sabíamos de manera consciente pero que estaban en nosotros. Se recuerdan detalles, hay intuiciones, sueños, se presenta de forma inesperada un pariente lejano a reponer parte de la historia”. Así lo explica Luis Daniel Vitolo, especialista en bioneuroemoción que utiliza esta sabiduría para ayudar a muchos de sus pacientes.

¿De qué forma el transgeneracional puede estar actuando en nosotros sin que seamos conscientes de ello? ¿Enfermedades, síntomas, historias repetidas?

“El árbol familiar influye siempre en nosotros y, a su vez, nosotros estamos influyendo en él. Y si una persona modifica algo de sí misma, ese cambio, también afecta a la totalidad de sus integrantes. Muchas veces, la información que está en nuestro transgeneracional actúa sobre nuestra percepción del mundo, define cómo nos definimos a nosotros mismos, se manifiesta en síntomas, en enfermedades y en destinos que repetimos. Para hacerlo bien gráfico, podemos pensar en una carrera de postas en dónde cada corredor toma lo que le es entregado y define qué hacer con ello.

Podemos repetir el mandato o hacer todo lo contrario

No está ni bien ni mal heredar un programa. Si uno disfruta de aquello que le fue concedido, no hay problema, pero si estos programas causan sufrimiento o no son coherentes con lo que uno cree que es o de qué forma quiere vivir, es posible hacer algo para cambiarlo”

Nuestro árbol transgeneracional guarda información muy valiosa. Forma parte de nuestro inconsciente y allí no hay tiempo ni espacio.

Como es un constante presente, las vivencias de nuestros ancestros inevitablemente son heredadas y nos afectan. Por eso, también es posible conocer y sanar situaciones que hayan experimentado personas de nuestra familia aunque ya no estén en este plano o jamás hayamos conocido. De nosotros, dependerá qué es lo que vamos a hacer con la información que recibimos.

¿Cuáles son los temas más recurrentes por los cuáles las personas van tomar contacto con su información transgeneracional?

“Cómo dice la canción: “tres cosas hay en la vida, salud dinero y amor”. Los temas de pareja son muy frecuentes y las enfermedades de todo tipo, también. Siempre hay un programa que conforma el síntoma. Los estados de depresión y la dificultad para tener hijos son de las consultas más habituales. Es común que vengan mujeres que no pueden quedar embarazadas. Muchas de ellas están relacionadas, por ejemplo, con ancestros que tuvieron muchos hijos. ¿Cuál es el mensaje que llega de ahí?: “Nena quédate así, no tengas hijos que de esta forma estas bárbara porque yo lo estoy sufriendo mucho”.

Nos podemos dar cuenta que, en la actualidad, muchos psicólogos y psiquiatras han comenzado a investigar sobre estas herramientas para sí mismos y para sus pacientes. “En el último tiempo, es notable ver cómo hay muchas personas que son impulsadas a hacer estos trabajos de autoconocimiento porque, a pesar de que en su vida todo está bien, se sienten vacíos y faltos de sentido”.

¿Qué podemos hacer para liberarnos de los mandatos del clan? Sanando el árbol liberamos también a nuestros hijos y nietos?

“La única manera de modificar algo es cambiando uno. Esto parte de un principio cuántico donde el otro no existe. De forma inevitable, cuando uno, que es una parte del todo, cambia algo, se modifica el todo también. Desde el momento en que se empieza a percibir el mundo y al lugar que uno ocupa en él de otra manera, es muy probable que el afuera se modifique porque nosotros creamos a través de la percepción. También nuestro entorno cambia porque los otros comienzan a recibir una información diferente de nosotros”.

También es muy necesario aclarar que no es conveniente trabajar con el árbol impulsado por la necesidad de liberar a nuestros hijos o nietos. “Esta primera intención es algo muy habitual entre las personas que me contactan. Buscan “limpiar” el árbol o solucionar cosas de su marido, sus hijos u otros familiares. Por lo general, son personas muy controladoras. La única forma, es modificar algo en uno porque, repito, todos somos el árbol. El primer paso es la toma de conciencia, necesitamos darnos cuenta también de que el otro y yo somos lo mismo».

¿Cómo podemos empezar a armar nuestro árbol? ¿Y si no conocemos todo acerca de él, hay opciones para reponer la falta de información?

“Para armar el árbol necesitamos empezar a juntar fechas de nacimiento y fallecimiento, parecidos físicos, abortos, muertes inesperadas, enfermedades. A veces, estas informaciones son mantenidas en secreto, pero cuando uno tiene la firme intención de reconstruir el árbol muchas veces aparece la información de las más variadas formas. Hay puertas que se abren. Las personas que no conocen a su familia biológica, trabajan el árbol de la familia que los ha adoptado porque uno no está siendo parte de ella de casualidad”.

Volver a contarnos nuestra propia historia

“Cuando logramos descubrir estos programas y empezar a liberarnos de ellos, volver a relatarnos nuestra propia historia se convierte en una experiencia muy hermosa. Tenemos una nueva percepción de nosotros mismos y nuestra vida se hace más liviana y más luminosa. La comprensión sana. Desde el lugar de la víctima, estamos impedidos de hacer algo. Cuando empezamos a darnos cuenta que nuestros ancestros hicieron lo mejor que pudieron, también comprendemos que nosotros hemos hecho lo mismo y, entonces, nos perdonamos. En el principio era el Verbo y Dios crea a través del verbo. Este nuevo relato nos hará tener mejores creaciones. Es un nuevo comienzo de vida, seguramente con mejores finales posibles”

Buen camino.

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